Yo sigo

Amigas y amigos del Orfeón de Vicálvaro-SGM:

Un día, hace ahora 7 años, cuando estábamos a punto de completar el curso de Lenguaje Musical y Canto Coral que había organizado la parroquia de San Gregorio Magno, me dijisteis que queríais formar un coro. Y que yo fuera vuestro director.

En aquel momento yo llevaba la dirección del Orfeón Moratalaz, tenía mucho trabajo y no entraba en mis planes asumir la responsabilidad que me ofrecíais. Lo pensé, lo consulté con Victoria y acepté sólo por un breve espacio de tiempo: hasta que el coro estuviera funcionando normalmente. 

Han pasado 7 años. Hace tiempo que todo funciona normalmente y yo sigo siendo vuestro director. Qué ingenuo fui. ¿Acaso no sabía yo que los provisional en este país tiende a eternizarse?

Ahora lo más grave no es eso sino que estoy decidido a seguir dirigiendo este coro ensayo a ensayo, concierto a concierto... "partido a partido". No me tenéis que agradecer nada; soy yo quien tengo que daros las gracias por permitir que siga siendo vuestro director.

Sólo os pido que cuando comprendáis que se ha cumplido mi tiempo al frente del Orfeón de Vicálvaro-SGM y que ya no estoy en condiciones de desempeñar con dignidad y eficacia la tarea que me habéis encomendado, me lo digáis claramente, sin eufemismos, sin rodeos... Ese día os daré las gracias de corazón.

Mi vieja batuta de ébano

Hace ya muchos años que no dirijo con batuta. Hoy día ese palito solo lo usan los directores de orquesta; y no siempre. Los directores de coro preferimos expresarnos más bien con las manos, con nuestra mirada, con nuestro lenguaje corporal.

Hace unos días, buscando papeles en un cajón donde guardamos recuerdos de familia, encontré una vieja batuta de ébano, con empuñadura de plata -ya oxidada- y una leyenda casi ilegible con este texto: "Recuerdo de la Rondalla y Coro de Corpa a su director Félix Barrena". Me la regalaron en 1974 los niños del pueblo con los que formamos un coro y una rondalla a partir de los instrumentos tradicionales que habían tocado sus padres y abuelos: bandurria, laúd, guitarra y algún que otro instrumento de percusión: triángulo, maracas, castañuelas...

Yo he querido recuperar esa vieja batuta, que ya no uso, para dar título a este blog: MI NUEVA BATUTA.

Estamos saliendo de una pandemia que ha diezmado nuestras corales y ha hecho un daño terrible a los coros. Nos ha obligado a cantar con mascarilla, a situarnos a metro y medio de distancia unos de otros, a dar conciertos con solo una parte de los cantores para no superar el aforo del escenario, nos ha metido el miedo en el cuerpo diciendo que el canto coral es una actividad de riesgo...

Todo esto se lo debemos al coronavirus que nos ha atacado con saña y ha pretendido acabar con el canto coral, hiriendo de muerte a muchos coros, también al Orfeón de Vicálvaro-SGM. Lo mismo que ha hecho el tiempo con mi vieja batuta ha hecho el COVID'19 con nuestro Coro. Afortunadamente ha fracasado. En los meses más duros de la pandemia inventamos nuestros telensayos para ensayar por internet. Cuando las circunstancias lo han permitido hemos retornado a nuestros ensayos presenciales. Y nos estamos preparando para nuevos conciertos. Nos ha dejado maltrechos, como mi vieja batuta de ébano, pero estamos vivos.

Desde estas páginas os iré contando cómo salimos adelante; porque nosotros, seguimos.